jueves, 4 de diciembre de 2014

Black friday: Museo a la Venta

Casi nadie recordó los veinte años de la muerte del plástico Jorge Páez Vilaró. De bajo perfil y poco marketing, sus dibujos tienen un estilo inconfundible. Creó el Museo de Arte Americano de Maldonado.


EL ARTISTA Jorge Páez Vilaró nació en Montevideo, en 1922 y murió en noviembre de 1994. Además de su actividad como artista plástico, fue miembro de la Comisión Nacional de Bellas Artes, residente de la Comisión Organizadora del Museo de Arte Moderno, jurado en numerosos salones y certámenes nacionales e internacionales, además de integrar la Comisión Icomos Uruguay, filial uruguaya de la Comisión Internacional de Museos de Unesco, de la que fue vicepresidente, consultor de Naciones Unidas, miembro de la Comisión asesora de artes plásticas y visuales. Integró la Comisión Nacional de restauración de la Histórica Colonia del Sacramento, candidato al Premio Gabriela Mistral, Artes Plásticas, OEA (1987), vicepresidente de la Comisión de Amigos del Teatro Solís, fundador del Grupo Internacional "Societé Imaginaire", restaurador, creador y organizador del Museo del Azulejo (Colonia del Sacramento), presidente de la Comisión Nacional de Artes Visuales, fundó y dirigió el Museo de Arte Americano de Maldonado, que hoy se encuentra cerrado.

EL MUSEO El Museo de Arte Americano de Maldonado cuenta con un acervo cultural de más de ochocientas piezas originales, que Páez recogió a lo largo de su vida y, en lugar de guardarlas puertas adentro, las puso a consideración del público fernandino, del resto de los uruguayos y de los turistas. Esas piezas eran el marco ideal de un recorrido del proceso cultural e histórico en América a mediados del tercer milenio antes de Cristo, que llegaba hasta el siglo XVI con la conquista europea. En el museo estaban representadas prácticamente todas las zonas del contienen, desde México, Centro América, la zona andina, Brasil y el Río de la Plata. Según el blog del Museo, están representadas las zonas de México, Guatemala, Panamá, Colombia, Bolivia, Ecuador (la pieza más antigua, de la zona de Valdivia 3.500 años) Perú, Argentina, entre otras. Allí se describe que se trata de "una justa medida entre el tiempo de recorrido por sus quince amplias salas, la diagramación de sus sobrias vitrinas pobladas de objetos de tan particular diversidad de expresiones, y una banda sonora armada especialmente con música indígena de la cordillera andina, han sido meticulosamente consideradas. Se trata entonces de lo que hoy en museografía de avanzada se conoce como un elocuente "eco-museo", donde los públicos visitantes se acercan respetuosos a descifrar el origen y proceso histórico de sus raíces, sin accidentes ambientales que perturben la prosa de todo el discurso tanto como la cronología de apoyo que hace a la comunicación."

EL REMATE Pero todo ya fue. Tras la muerte de Jorge Páez Vilaró, la familia no ha podido mantener y preservar las colecciones, no sólo de las piezas arqueológicas, sino de las obras artísticas que forman parte del Museo. Mantener la propiedad (el inmueble) se ha hecho inviable a los familiares directos de Páez. Los contactos con las autoridades, fundamentalmente la Intendencia de Maldonado, o la Junta Departamental, han caído en saco roto. La falta de señales evidencian que a nadie le importa el presente y mucho menos el futuro de un museo que fue referencia, de su tipo, en el continente. Ante la indiferencia y la inercia oficial, para al menos colaborar con el mantenimiento de las puertas abiertas del museo, hoy todo está en manos de un rematador que hará una subasta en marzo o abril del 2015, porque las obras precolombinas, necesitan ser cuidadas y restauradas.
Los familiares no han querido hablar públicamente del asunto, cansados y defraudados por la inercia oficial. Se han vendido algunas obras de arte para tratar de recuperar otras, que se encontraban deterioradas. Pero esa siempre fue considerada la peor solución.

¿La Comisión de Patrimonio de la Nación va a permanecer indolente ante esta situación? ¿No es un orgullo para Maldonado tener el MAAM en su departamento?¿Por qué no ha hecho nada para colaborar con su mantenimiento? ¿El promocionado Sistema Nacional de Museos, recientemente creado, no prestará atención a esta situación? ¿No hay inversores privados que puedan colaborar en la necesaria reapertura del Museo de Arte Americano de Maldonado, para por lo menos honrar la memoria de su creador? El Estado uruguayo, que ha comprado propiedades (hay ejemplos en Maldonado mismo) y que invierte en iniciativas, algunas de incierta productividad, ¿no cree que puede demostrar un acto de grandeza para que no se termine por dilapidar una de las iniciativas culturales privadas más relevantes que tuvo el país por más de cuatro décadas?

Nota El Observador por Jaime Clara.

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